¿Es la venta de cursos en línea el billete de oro para crear un negocio lucrativo?
Es fácil ver el atractivo, dada la plétora de cursos que llenan nuestras redes sociales prometiendo enseñar de todo, desde codificación hasta cocina. Pero el mundo de los cursos en línea no es tan bonito como parece. Sobre todo si lo comparamos con otros modelos de negocio, como la consultoría o la prestación de servicios específicos.
Vamos a adentrarnos en las complejidades de la venta de cursos en línea, rompiendo conceptos erróneos y ofreciendo ideas sobre lo que hace que un negocio sea sostenible a largo plazo.
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La ilusión del gran dinero
La ilusión de mucho dinero en el mundo de los cursos en línea puede ser un canto de sirena engañoso para los aspirantes a empresarios. Los testimonios de cómo otros han “ganado a lo grande” a través del desarrollo de cursos a menudo eclipsan el enorme esfuerzo, conocimientos de marketing, y la inversión inicial necesaria para incluso poner en marcha el curso.
Y no olvidemos el incesante mantenimiento que exige, tanto en términos de contenido como de servicio al cliente. Aunque pueda parecer un modelo de negocio de “créalo y olvídalo”, no podría estar más lejos de la realidad.
En esencia, las tentadoras cifras que manejan los gigantes del sector son valores atípicos que pueden distorsionar el verdadero panorama financiero de la venta de cursos en línea.
Márgenes de beneficio y el espejismo del “más
Pero, ¿qué pasa con los márgenes de beneficio? Muchos creadores de cursos disfrutan de altos márgenes de beneficio, los más ambiciosos de los cuales se esfuerzan por alcanzar hasta un 85% de beneficio bruto. Aunque eso suena fantástico, es esencial darse cuenta de que los ingresos no son el único indicador de la salud de un negocio o de su viabilidad a largo plazo.
Hablemos de cosas concretas. Imagina que tienes un curso con un precio de 997 dólares. Seguro que puedes obtener unos ingresos decentes con él. Pero démosle la vuelta al guión: ¿Y si en lugar de eso pudieras vender servicios de consultoría o cualquier tipo de bien tangible por valor de 10 millones de dólares al año? La clave está en no conformarse con menos.
La cuestión es, ¿por qué limitarse a mil dólares cuando el cielo -o al menos varios millones de dólares- es el límite? Los distintos sectores tienen techos diferentes y, en muchos casos, ofrecer servicios puede ser mucho más rentable que vender cursos.
El lado negativo de la creación de cursos
Además de las complejidades, el enigma del “valor empresarial” supone otro obstáculo para un modelo de negocio basado en cursos. Para estas empresas, determinar el valor empresarial puede ser complejo debido a factores como la fluctuación de los ingresos, la naturaleza intangible de los productos digitales y los distintos costes asociados a la creación y comercialización de cursos en línea.
A diferencia de las empresas SaaS o los negocios con flujos de ingresos recurrentes, los cursos suelen ofrecer ingresos a largo plazo menos predecibles. Cuando los compradores evalúan el atractivo de un negocio, suelen buscar estabilidad y potencial de crecimiento.
Un negocio basado en cursos puede proporcionar ráfagas de ingresos, especialmente durante los lanzamientos, pero carece de los ingresos sostenidos y constantes que hacen que una empresa resulte atractiva para inversores o compradores. En consecuencia, aunque consigas crear un curso de éxito, puede que te resulte difícil convertirlo en un precio de venta más alto para tu negocio.
Vías alternativas a considerar
Entonces, si no son cursos en línea, ¿qué? En el panorama digital actual, las posibilidades son casi infinitas.
Considere las historias de éxito de diferentes modelos de negocio:
- HubSpot: Esta empresa ha sobresalido con un modelo SaaS (software como servicio). Al ofrecer un paquete de software de marketing, ventas y servicios, han creado un flujo de ingresos recurrentes que es escalable y sostenible.
- Google: Este gigante genera una parte importante de sus ingresos a través de la publicidad. Al vender espacios publicitarios en sus distintas plataformas, aprovecha su enorme alcance sin vender directamente servicios o productos.
- Amazon: Originalmente una librería en línea, Amazon se convirtió en un gigante del comercio electrónico. Obtiene ingresos a través de diversos canales, como la venta de productos, los servicios de vendedores externos y su plataforma de computación en la nube AWS (Amazon Web Services), lo que demuestra el potencial tanto del comercio minorista como de los servicios tecnológicos.
- Netflix: Tras pasar de ser un servicio de alquiler de DVD a una plataforma de streaming online, Netflix se ha convertido en un líder de la industria del entretenimiento. Su modelo basado en suscripciones, centrado en ofrecer una amplia biblioteca de películas y series, incluidos contenidos originales, ha reinventado el consumo de medios.
En otras palabras, piense más allá de los límites del curso. ¿Podrían monetizarse mejor tus conocimientos y experiencia a través de un canal diferente?
Los cursos como catalizadores de la marca y el fondo de comercio
No se deshaga todavía de sus herramientas de creación de cursos. Incluso si los cursos no son su principal generador de ingresos, pueden desempeñar un papel importante como motor de creación de marca y buena voluntad.
La idea es sencilla pero potente:
Ofrezca cursos gratuitos o con grandes descuentos como bonificaciones de valor añadido para sus otros productos o servicios.
Esta estrategia no sólo hace que los clientes sientan que están consiguiendo una ganga, sino que le posiciona como una autoridad generosa con sus conocimientos.
Tomemos como ejemplo a Alex de Moz. Al regalar cursos con la compra de su libro, estaba haciendo algo más que endulzar el trato. Estaba creando una comunidad de estudiantes y potenciales embajadores de la marca que apreciaban el valor añadido que les ofrecía.
Este tipo de buena voluntad no solo hace que su marca sea más atractiva, sino que puede convertir a los clientes satisfechos en defensores de su marca. Así que, aunque no construya su imperio sólo con cursos, éstos pueden ser los cimientos de una estrategia de marketing más educativa y rica en buena voluntad.
Última palabra sobre la venta de cursos en línea en la actualidad
Si está considerando sumergirse en el mundo de los cursos en línea, es esencial que sopese sus opciones cuidadosamente. En lugar de lanzarse de lleno a los cursos, piense en un modelo híbrido. Ofrezca algunos cursos gratuitos para crear buena voluntad y generar clientes potenciales, mientras se centra en un modelo de negocio básico que sea más sostenible y potencialmente lucrativo a largo plazo.
La venta de cursos en línea puede seguir siendo una opción viable para usted, especialmente si es un experto individual en un campo especializado. Pero si lo que busca es construir un negocio sostenible y escalable, puede que haya llegado el momento de ampliar sus horizontes.
Recuerda que en los negocios, como en la vida, no hay un enfoque único. Lo importante es encontrar un modelo que se ajuste a tus habilidades, a las exigencias del mercado y a tus objetivos a largo plazo. Así que, antes de subirse al carro de los cursos en línea, pregúntese: ¿es ésta la mejor manera de servir a mi público y hacer crecer mi negocio?
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